miércoles, 16 de enero de 2013


Un rincón del inconsciente


Melancolía. Ese es el sentimiento con el cual desperté luego de varias horas de soñar.
Me tome un tiempo a solas para evadir los pensamientos, sin embargo, un momento filosófico ha querido suplantarlos.
Me senté en un banco, observe las sonrisas de los niños jugando en la plaza, inhale cada susurro de los enamorados que se besaban frente a mí, intente descifrar algunas almas que se perdían en el fondo de la botella. Como sea: ¿Habría alguien allí indagándome a mí también? Tal vez… Y entonces yo ya no estaría sola con estos sentimientos.
Recuerdos, rostros que creía haber eliminado pero me persiguen como el viento a la tormenta. Luego despertar y encontrar el mismo hombre con distinto nombre, desconocerme, ver mi sangre fluyendo en la oscuridad…
Vuelvo a mi casa, vuelvo a la realidad.
Lo inevitable: la rutina y un cansancio exagerado solo para dormir y soñarte otra vez.

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